miércoles, 20 de octubre de 2010

Reseña pelicula infierno!



De todas las películas que se han realizado con motivo de los festejos por el Bicentenario de la Independiencia y el Centenario de la Revolución mexicanas, El Infierno -de Luis Estrada- es definitivamente la más audaz, crítica, cruda y, por supuesto, será la más polémica de todas. 
La película narra la historia de El Benny (Damián Alcázar), un migrante deportado que al regresar a su casa luego de 20 años de estar de mojado descubre que su pueblo natal, San Miguel Arcángel, se encuentra sumido en la crisis, el desempleo y la violencia del narcotráfico. 
En aquel pueblo (ahora apodado Narcángel) sólo hay de dos: o morirse de hambre o entrarle al negocio con los narcos. Un viejo amigo de Benny, apodado el Cochiloco (antes Gordo Mata), será el que lo presente con el líder del cártel local, don José Reyes (Ernesto Gomez Cruz) quien junto con su esposa Doña Mari (una muy interesante parodia de Martha Sahagún a cargo de María Rojo) controlan la plaza del pueblo, peleada por el hermano del propio don José.  
El narco es, según Luis Estrada, un asunto de familias, las que lo controlan y las que viven de ello. Los sicarios, como el Cochiloco, son también padres de familia, y al final buscan lo mismo que todos nosotros: procurar el bienestar de sus propias familias, a costa incluso de sus propias vidas... o las de otros. 
Luis Estrada es lapidario, el narco subsiste gracias a la corrupción y ninguno de sus personajes escapa de ella: es corrupto el militar, el agente de la PFP, la policía local, el presidente municipal, el cura, los peatones que son testigos de las balaceras y que se roban las pertenencias de los muertos en el piso, e incluso es corrupta la madre de Benny, que a pesar de prohibirle meterse de narco, no rechaza los regalos que le da su hijo ya convertido en sicario. 
Mención aparte merece el enorme Joquín Cossío, quien entrega en su papel de El Cochiloco una interpretación tan entrañable como la de "El Mascarita" en Matado Cabos (Lozano,2004). Cossío le roba por completo la película a Alcázar. Las actuaciones en general brillan, pero es él quien entrega los elementos necesarios para que la cinta sea memorable. 
Por supuesto, debajo de la trama es reconocible el argumento central de La Ley de Herodes (Estrada, 1999), pero sería injusto decir que se trata de la misma cinta. Al contrario, si bien El Infierno se desarrolla como una sátira hilarante, al final termina siendo una película sumamente pesimista (incluso triste) con un final impactante.  
Las escenas que cierran la cinta serán las que desaten la polémica, podrían incluso considerarse un exceso, pero la realidad misma nos deja sin argumentos: si la cinta no tuviera ese final tan lapidario acusaríamos a Estrada de tibio, siendo que el tema del narco no acepta medias tintas. 
Se equivocan también los que creen que esta es una cinta panfletaria, o "de izquierda". Si bien las críticas hacia Calderón son directas ("Nuestro presidente está convierto a México en un país de soplones"), la cinta no apoya a corriente política alguna. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario